Apagá el piloto de los artefactos a gas que no utilices. Mantener los pilotos encendidos de todos los equipos de calefacción, equivale aproximadamente al 5% del total de gas natural consumido en la Argentina.
Calefaccioná los ambientes hasta llegar a una temperatura mínima agradable (aproximadamente entre 19 y 22 ° C). Recordá que, bajando la temperatura en 1º C, podés ahorrar hasta un 10 % en su consumo. No abras la ventana para bajar la temperatura.
No cubras los radiadores con muebles o cortinas ya que así se desaprovecha la energía. Además, evitá posible accidentes.
Incorporá en tu instalación un termostato o un reloj programador para determinar la temperatura deseada y el horario de funcionamiento, especialmente si tenés calefacción central.
Si tenés calefacción central y sentís demasiado calor: no abras las ventanas, cerrá la llave de los radiadores o ajustá el termostato de tu caldera a una temperatura razonable.
Verificá que la llama de los aparatos sea estable, silenciosa, de color azul intenso en su núcleo (y más claro en el exterior) y debe estar regulada adecuadamente. Además, los quemadores de los artefactos deben estar limpios.
Dejá entrar los rayos del sol en su casa y aprovechá una fuente de calor natural.
No calefacciones cuartos que no utilizas.
Cuando ventiles tu casa, tené la precaución de bajar el termostato para que la calefacción no siga funcionando. Para ventilar, diez minutos son suficientes.
Realizá el mantenimiento anual de tus artefactos a gas antes de comenzar el invierno. Así ganarás en seguridad y no derrocharás energía por desperfectos técnicos de los equipos.
El uso de ropa abrigada dentro de la casa significa menor necesidad de calefacción y por consiguiente menor consumo de energía.